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Horario de actividades de la parroquia

-Celebración de la Eucaristía: los viernes a las 6 de la tarde (en horario de invierno). Los domingos celebramos la Santa Misa Dominical, a las 12 del mediodía.
-Grupo de catequistas: se reunen todos los miércoles a las 7,00 de la tarde, para recibir formación y organizar las catequesis de niños y adolescentes.
-Catequesis de infancia: lunes, martes y viernes, en distintos horarios, según el grupo.
-Sacramento de la Confesión: los viernes, media hora antes de la Eucaristía de las 6, y siempre que lo necesites , pidiéndolo al párroco -sea el día y la hora que sea-
-Sacramento del Bautismo: Consultar al párroco.

(Durante el tiempo de Cuaresma no habrá bautismos).


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TELÉFONO DE LA PARROQUIA:

952.15.10.06



miércoles, 28 de marzo de 2012

DOMINGO DE RAMOS

Domingo de Ramos: Jesús llega a Jerusalén
Con el Domingo de Ramos comenzamos la Semana Santa. En este día recordamos la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Este domingo resume los dos puntos fundamentales de la Pascua: La Pasión y Muerte de Cristo y su Resurrección gloriosa.
El Evangelio menciona que cuando Jesús llegó a Jerusalén para celebrar la Pascua judía, Jesús les pidió a sus discípulos traer un asno y se montó encima. Había mucha gente (niños y adultos), algunos habían estado presentes en los milagros de Jesús y habían escuchado sus parábolas, lo esperaban para recibirlo como un rey, le cantaban cánticos y salmos, y lo alababan con palmas en las manos. La gente tendía sus mantos por el camino y otros cortaban ramas de árboles alfombrando el paso. Los que iban delante y detrás de Jesús gritaban: “¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”. (Hosanna significa “¡viva!”).

Un poco de historia

En Jerusalén, ya en el siglo IV se leía en este domingo (y en el lugar mismo en que se realizó), el relato evangélico que nos presenta a Cristo aclamado por la gente como rey de Israel, y tomando posesión de la capital de su reino. Luego, el obispo cabalgando sobre un asno, iba desde la cima del Monte de los Olivos hasta la Iglesia de la Resurrección (la del Santo Sepulcro), rodeado de la muchedumbre que llevaba en la mano ramos y cantaba himnos y antífonas.


Semejante ceremonia iba precedida de la lectura del paso del Éxodo, relativo a la salida de Egipto. El pueblo de Dios, acampado a la sombra de las palmeras, junto a las doce fuentes en que Moisés les prometió el maná, era figura y anticipo del pueblo cristiano que corta ramas de palmeras y manifiesta que su Rey Jesús, viene a liberarnos del pecado y a conducirnos a las fuentes bautismales para alimentarlas después con el Maná del pan eucarístico.
La iglesia de Roma, al adoptar estas costumbres hacia el siglo IX, añadió los ritos de la bendición de los Ramos. Este cortejo de cristianos, con palmas en la mano y entonando triunfantes hosannas, aclama todos los años en el mundo entero y a través de todas las generaciones la realeza de Cristo, que es rey precisamente porque viene a servir y no a ser servido.