jueves, 14 de marzo de 2013

¡HABEMUS PAPAM!

Ayer por la tarde, tras el período de Sede Vacante, los señores cardenales eligieron al nuevo Romano Pontífice.

Sobre las siete de la tarde, llegaban las imágenes en directo desde Roma, con la fumata blanca, signo de una nueva elección. Una hora más tarde, aparecía en el balcón central de la basílica de San Pedro del Vaticano el protodiácono, cardenal Toulet, que pronunciaba el "Habemus Papam" (Tenemos Papa). Según este anuncio, el elegido había sido el cardenal Bergoglio, hasta ahora arzobispo de Buenos Aires (Argentina), y que ha decidido adoptar el nombre de Francisco, con el cual lo conoceremos de aquí en adelante.

Las primeras palabras de saludo desde el balcón a las personas congregadas en la Plaza de San Pedro fueron las siguientes:

"Hermanos y hermanas, buenas tardes. Sabéis que el deber del cónclave era dar un Obispo a Roma. Parece que mis hermanos Cardenales han ido a buscarlo casi al fin del mundo..., pero aquí estamos. Os agradezco la acogida. La comunidad diocesana de Roma tiene a su Obispo. Gracias. Y ante todo, quisiera rezar por nuestro Obispo emérito, Benedicto XVI. Oremos todos juntos por él, para que el Señor lo bendiga y la Virgen lo proteja. (Todos rezaron juntos el Padre nuestro, Ave María, y Gloria al Padre).
Y ahora, comenzamos este camino: Obispo y pueblo. Este camino de la Iglesia de Roma, que es la que preside en la caridad a todas las Iglesias. Un camino de fraternidad, de amor, de confianza entre nosotros. Recemos siempre por nosotros: el uno por el otro. Recemos por todo el mundo, para que haya una gran fraternidad. Deseo que este camino de Iglesia, que hoy comenzamos y en el cual me ayudará mi Cardenal Vicario, aquí presente, sea fructífero para la evangelización de esta ciudad tan hermosa. Y ahora quisiera dar la Bendición, pero antes, antes, os pido un favor: antes que el Obispo bendiga al pueblo, os pido que vosotros recéis para el que Señor me bendiga: la oración del pueblo, pidiendo la Bendición para su Obispo. Hagamos en silencio esta oración de vosotros por mí (Hubo un momento de silencio). Ahora daré la Bendición a vosotros y a todo el mundo, a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. (Dio la bendición).
Hermanos y hermanas, os dejo. Muchas gracias por vuestra acogida. Rezad por mí y hasta pronto. Nos veremos pronto. Mañana quisiera ir a rezar a la Virgen, para que proteja a toda Roma. Buenas noches y que descanséis".

  ¡Oremos por el nuevo Papa!